Anoche, 2 de septiembre, en Bailando por un Sueño, al mentalista español Tony Kamo le tocó abrir la gala del Adaggio Latino con un clásico romántico: “Bailar pegados” (Sergio Dalma).
Enfundado en un smoking, sedujo a su compañera Sol Giulietti y a todo el público con lentos y seguros movimientos.
El jurado lo evaluó de esta manera:
“El no saber qué va a pasar en cada presentación me
da un vértigo especial. Me encanta que Tony se tome en serio lo del baile. Se nota que te matás ensayando, con un grado de respeto y concentración que supera la de muchos”, devolvió Graciela Alfano (10).
A pesar de eso, a Flavio Mendoza (6) no le gustó: “La soñadora mostró técnica pero dejó solito a Kamo. Me hubiera gustado que tengan mayor complicidad”.
La dueña del voto secreto (Moria) advirtió que la coreografía se apoyó en la partenaire; mientras que Aníbal Pachano (4) evaluó el crecimiento de la pareja aunque coincidió con Moria Casán: “A veces hay que apelar a cosas más simples”, le sugirió a la coach.
En la misma línea, Marcelo Polino (2) disparó: “Lo ví feo”.
Total: 22 puntos.
Tinelli no come vidrio
Kamo le propuso hacer una prueba a Marcelo: se trataba de una cena muy particular. El oriundo de la península Ibérica lo invitó a comer unas bombitas de luz y, rápido de reflejos, el conductor extendió la invitación a Tito Speranza y a Mariano Iúdica.
Los comensales tomaron una bombita, la rompieron con un martillo dentro de una servilleta y luego, justo antes de pulverizar el fragmento de vidrio, Tinelli pidió reemplazo y Manuel Navarrete ocupó su lugar, no sin antes negarse varias veces.
Alfano y Casán se sumaron a la mesa: “Juegan con mi vida, si me cortan la lengua karateca se me corta la carrera”, ironizó Moria.
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